Aplicación del modelo de Stewart al estudio del equilibrio ácido-base
(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 30 de Octubre de 2009)
La
interpretación de una acidosis o una alcalosis precisa de un
conocimiento preciso de la patofisiología de estos trastornos. A la
interpretación clásica de la regulación del equilibrio ácido-base que se
desprende de la aplicación de la ecuación de Henderson-Hasselbach, le ha
seguido en los últimos años la aplicación de la teoría de Stewart o del
gradiente electroquímico. La aproximación clásica mediante la ecuación
de Henderson-Hasselbach, considera que el pH es el resultado de las
variaciones del bicarbonato plasmático y del PaCO2. Sien
embargo la interpretación clásica ignora:
- La dependencia matemática que existe entre bicarbonato y PaCO2.
- Presencia de tampones no volátiles y diferentes al bicarbonato, como son las proteínas plasmáticas.
- El papel de los ácido débiles (fosfato, albuminato)
El exceso de
bases de Sigaard-Andersen se define como la cantidad de ácidos o de
bases fuertes necesarios para mantener el pH en 7,40 en una muestra de
sangre oxigenada a una temperatura de 37º y con una PaCO2 de
40 mmHg. Si el pH sanguíneo es de 7,40 y la PaCO2 es 40, el
exceso de bases será igual a cero.
En T. J. Morgan.
The meaning of acid-base abnormalities in the
intensive care unit: part III -- effects of fluid administration.
Crit Care 9 (2):204-211, 2005
y M. M. Boniatti, P. R. Cardoso, R. K. Castilho,
and S. R. Vieira.
Acid-base disorders evaluation in critically ill
patients: we can improve our diagnostic ability. Intensive Care Med
35 (8):1377-1382, 2009; se
revisan algunos d estos conceptos..
El concepto
electroquímico de Stewart fue formulado por P. Stewart en 1983. En esta
aproximación las variaciones del pH no se consideran como una variable
independiente; su valor depende del grado de disociación del agua
plasmática, que esta influida por varios tipos de solutos físicos y
químicos, por lo que la concentración final de protones es el resultado de
tres fundamentos físicoquímicos fundamentales:
-
El principio de la electroneutralidad.
-
La conservación de las masas.
-
El principio de disosiación electroquímico.
Considerando
estos principios el pH de la sangre depende de tres variables
independientes:
-
La diferencia de cargas entre todos los cationes fuertes (Na+, K+, Ca++, Mg++) y los aniones fuertes (Cl- y lactato- ).
-
La PaCO2.
-
La masa total de ácidos débiles.
Según este modelo
el pH y el bicarbonato son las variables obligatoriamente dependientes de
las modificaciones de las otras variables independientes. De los tres
grandes grupos de variables enumerados, los iones fuertes pueden ser
producidos o destruidos, pero los iones lábiles H+ y OH-
pueden ser generados o consumidos en función del grado de disociación del
agua plasmática. Por tanto, un aumento del Cl- entraña un aumento de H+,
y un aumento del Na+ conduce a una disminución de H+.
El modelo de Stewart, no sólo tiene un interés conceptual, permite
comprender los mecanismos fisiopatológicos de los trastornos del equilibrio
ácido-base y de los tratamientos utilizados.
SID/ATOT
|
Anormalidad
|
Resultado
|
SID
|
Aumentado
|
Alcalosis metabólica
|
SID
|
Disminuido
|
Acidosis metabólica
|
ATOT
|
Aumentado
|
Acidosis metabólica
|
ATOT
|
Disminuido
|
Alcalosis metabólica
|
Según el modelo
clásico de Henderson-Hasselbach, la disminución del bicarbonato plasmático
induce un acúmulo de H+ que genera una disminución del pH. Estas
alteraciones pueden resultar de un acumulo de ácidos orgánicos (lactato o
cuerpos cetónicos) o del cloro, o de una pérdida de bicarbonatos (digestiva
o renal). En el modelo de Stewart, la acidosis metabólica resulta de un
aumento de disociación del agua plasmática que motiva un aumento de H+ en
sangre. Esta última puede ser generada por una disminución de la diferencia
entre cationes y aniones o un aumento de la concentración ácidos lábiles.
Una de las
aproximaciones mas utilizadas de la teoría de Stewart consiste en analizar
los desequilibrios ácido-base a través del valor del ión gap (SIG).
Elementos como Na+, K+, Cl-, Mg++
y Ca++, estan presentes en el organismo completamente ionizados y
a un pH fisiológico otros elementos como sulfato, lactato y
betahidrozibutirato pueden influir en los valores de pH; Stewart describe
estos elementos como iones fuertes. El SIG es una estimación de los iones no
medidos similar al anion gap (AG) mas conocido y utilizado.
AG=
(Na+ + K+) – (Cl- + CO3H-)
SIG
= AG – A-
Donde A- = 2.8
(Albúmina g/dl) + 0.6 (Fosfato mg/dl); medido a pH 7.4.
Otro concepto que introduce la
ecuación de Stewart es la diferencia de iones (SID):
SID = CO3H-
+ A-
Se consideran igualmente la
diferencia de iones aparente (SIDa)
SIDa = Na+ + K+
+ Ca++ + Mg++ - Cl- - Lactato
En el plasma normal el SIDa es
igual a 40-42 mEq/l, similar a la diferencia de iones efectiva (SIDe)
Como el anión gap, el SIG es en
condiciones normales próximo a cero. Las situaciones de acidosis metabólica
con altos valores de SIG se deben a la presencia de aniones no medidos. La
acidosis metabólica con SIG próximo a cero coincide con retención de
cloruro.
Según el esquema de Stewart la
acidosis metabólica resulta de una disminución de SID o un aumento de SIG
(cuerpos cetónicos, lactato, salicilato, metanol, …), o bien una disminución
tanto de SID como de SIG. La alcalosis metabólica se debe a una disminución
de la albúmina sérica (cirrosis, síndrome nefrótico) y aumento de SID por
pérdidas de Cl- o aportes extras de Na+ (como citrato,
lactato o acetato).
En
el modelo clásico,
la concentración normal de hidrogeniones en el organismo se mantiene de
forma constante, con mínimas variaciones. Se considera normal la cifra de 40
± 5 nEq/L (nEq/L = nanoequivalentes/L). Es decir, que los limites normales
de (H+) en sangre oscilan entre 35-45 nEq/L. Expresado en pH, la cifra
oscila entre 7,35-7,45 (7,4 la media) y 6,80-7,80 los límites extremos
compatibles con la vida. A fin de poder mantener las cifras de pH, actúan en
primer término los buffer, amortiguadores o tampones. Junto a este mecanismo
compensatorio rápido, existen otros dos más lentos, pero más eficaces, como
son las funciones pulmonar y renal. Acidosis es la situación en la que está
aumentada la concentración de hidrogeniones. En la alcalosis la
concentración está disminuida. Acidosis o alcalosis son compensadas cuando
se mantienen las cifras de pH a costa de modificarse los tampones. Acidosis
o alcalosis descompensada es aquella en la que las sustancias y los
mecanismos reguladores son incapaces de mantener las cifras de pH en límites
normales. La evaluación
del equilibrio ácido base basada en la determinación de bicarbonato, ácidos
débiles (lactato) y exceso de bases puede ser satisfactoria en situaciones
no complicadas; sin embargo, en pacientes críticos este método puede pecar
se simplista y debería recurrirse a la ecuación de Stewart, por considerar
la situación de la mayoría de los elementos que repercuten en el pH.
Uno de los
principios que ilustra el esquema de Stewart en los trastornos ácido-base es
que todos ellos, cualquiera que sea su causa derivan de una alteración en la
diferencia de iones (SID) o/y de la concentración de ácidos no volátiles (ATOT).
En su defecto podemos acudir al cálculo del exceso de bases estándar (SBE),
concepto desarrollado por Siggaard y Andersen, siendo su rango de diferencia
de -3 a +3 mEq/l.:
SBE
= 0.93 × {[HCO3–] +
14.84 × (pH – 7.4) – 24.4}
Un
SBE menor de -3 mEq/l es indicativo de acidosis metabólica, valores por
encima de +3 mEq/l indican alcalosis metabólica.
Debe tenerse en
cuenta, y frecuentemente no se piensa en ello, que la administración de
fluidos intravenosos en el transcurso de muchas intervenciones terapéuticas
origina un equilibrio en el medio vascular entre los iones y el agua
administrados con los fluidos y el plasma del paciente, dicho queilibrio
alcance a las membranas celulares, alcánzadose un equilibrio con el
contenido intracelular. Según la ecuación de Stewart, la administración de
fluidos intravenosos, aún a osmolaridades isotónicas con el plasma modifica
el SIF y diluye la concentración plasmática ATOT determinantes
finales del equilibrio ácido-base. El efecto del CO2, debemos
considerarlo separadamente ya que no tiene efectos sobre SID ni ATOT.
La infusión de
grandes volúmenes de cristaloides puede originar alcalosis metabólica en
aplicación de la ecuación de Stewart, ya que se produce una dilución de ATOT
en plasma, en consecuencia una disminución de su concentración; Por otro
lado, la infusión de concentraciones isotónicas puede no alterar la
diferencia iones (SID). Algunos autores han documentado que la infusión de
grandes volúmenes de suero salino puede ocasionar acidosis metabólica, el
mecanismo no es la dilución de las concentraciones de bicarbonato como
normalmente se ha propuesto. El SID de la solución salina es cero, ya que la
concentración de Na+ es exactamente la misma que la concentración de Cl-;
sin embargo a falta de infusión de otros iones, el suero salino infundido en
grandes volúmenes puede disminuir el valor de SID plasmático por dilución.
Esta situación puede compensar la alcalosis metabólica que se origina por
dilución del ATOT. Todas estas consideraciones deben tenerse en
cuenta cuando valoramos a un paciente con acidosis metabólica y anion gap
normal. La disminución del SID plasmática puede ser mas marcada cuando se
administran soluciones hipotónicas de ClNa (Sueros glucosalinos) que poseen
igualmente un valor SID de cero, pero tienen menos concentraciones de Na+
y Cl- (Cuadro 12.3.4); sin embargo, el equilibrio alcanzado con
el medio intracelular y el mayor intercambio de agua entre plasma y célula
tiene por efecto menor disminución total de SID cuando utilizamos soluciones
hipotónicas; por lo que podríamos resumir de forma global que las soluciones
hipotónicas tienen un efecto menos acidificante que los sueros isotónicos.
Todas esta consideraciones teóricas, deben ser tenidas en cuenta en el
contexto de los mecanismos reguladores hormonales y renales del sujeto, por
lo que salvo en situaciones de concentración de volumen, las cantidades de
líquidos requeridas para inducir modificaciones clínicamente relevantes son
muy grandes, con riesgo de sobrecarga de volumen.
Algunos tipos de
alcalosis metabólica están asociados con hipocaliemia; en estos casos la
infusión de ClK es generalmente suficiente para revertir la alcalosis. Desde
la perspectiva de Stewart, el efecto neto de la administración de ClK es la
retención del anión Cl- en plasma, dado que la mayoría del
potasio y los defectos de potasio son intracelulares. Ello supone un
estímulo para la reducción del SID plasmático.
A diferencia de
los cristaloides, la infusión de coloides presenta menos efectos sobre el
equilibrio ácido base, que derivan en gran medida de los menores volúmenes
de infusión requeridos para obtener el mismo efecto hemodinámico, por otro
lado la molécula de coloide es ligeramente ácida, por lo que la alcalosis
metabólica producida por dilución de los ácidos débiles (ATOT) se
minimiza.
Dr. José Uberos Fernández
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