Ingestión de cuerpos extraños: Consideraciones sobre su manejo
(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 10 de Marzo de 2011)
La ingestión de cuerpos extraños es un problema
frecuente en Pediatría y con la generalización del uso de pilas de botón
en diversos mecanismos electrónicos, su ingestión es cada vez mas
habitual. El pico de incidencia habital para la ingestión de cuerpos
extraños se sitúa entre los 6 meses y 3 años de edad. El 80-90% de los cuerpos
extraños ingeridos pasan el tracto gastrointestinal sin molestias, sin
embargo el 10-20% requieren su extracción endoscópica y en el 1% de los
casos es precisa la cirugía. El tipo de cuerpos extraño ingerido, el
momento de la ingestión y el tramo del trayecto gastrointestinal en que
se encuentra alojado va a condicionar la actuación a seguir. En Seen
Chung, Vito Forte, and Paolo Campisi.
A Review of Pediatric Foreign Body Ingestion and
Management. Clinical Pediatric Emergency Medicine 11 (3):225-230,
2010; se revisa el estado actual del tema.
Las manifestaciones clínicas de la
ingestión de un cuerpo extraño dependen de la edad del paciente, tamaño
y localización del cuerpo extraño. Un cuerpo extraño detenido en esófago
puede originar dolor retroesternal intenso, odinofagia y disfagia aguda,
seguidos de hipersialorrea. La mayoría de los cuerpos extraños ingeridos
son radioopacos, por tanto fácilmente localizables en una radiografia,
en ocasiones si la clínica inicial es respiratoria puede ser preciso
realizar una radiografia de torax lateral u oblicua para localizar el
cuerpo extraño en vía respiratoria. A nivel del abdomen una radiografía
lateral ayuda a localizar el cuerpo extraño en estómago o en colón, una
posición anterior orienta hacia una ubicación intragástrica, en tanto
una posición posterior es indicativo de su localización en colon.
En casos de cuerpos extraños
radiotransparentes interesa localizar esófago, en estos casos si existe
clínica sugerente de impactación esofágica debe realizarse una
endoscopia para diagnóstico y extracción del cuerpo extraño. La
ingestión de papilla de bario permite la localización del cuerpo extraño
en esófago durante el estudio radiológico. En L. Michaud, M. BellaÇche,
and J. P. Olives.
Ingestion de corps étrangers chez l'enfant. Recommandations du Groupe
francophone d'hqpatologie, gastroentqrologie et nutrition pqdiatriques.
Archives de Pédiatrie 16 (1):54-61, 2009; se revisa la
actitud en la ingestión de cuerpos extraños.
Monedas. Son después de las espinas de
pescado la segunda causa mas frecuente de ingestión de cuerpos extraños.
Según algunos autores, la realización de una radiografía podría obviarse
si se dispone de un detector de metales que permita determinar si la
moneda se encuentra en esófago o en tramos mas bajos del aparato
digestivo. Generalmente, en esofágo existen tres estrechamientos donde
puede localizarse la moneda. A nivel del esfínter esofágico superior
(60-70%), a nivel del esófago medio a nivel de la escotadura aórtica
(10-20%) y en el esfínter esofágico inferior (20%). Las monedas
retenidas por largos periodos en esófago en pacientes asintomáticos
pueden complicarse con el desarrollo de estenosis, perforación o
formación de fístulas. Por ello en el momento actual el hallazgo de
localización esofágica de una moneda es indicación para su extracción
inmediata en los pacientes sintomáticos, en los pacientes asintomáticos
se puede demorar su extracción durante 12 horas, periodo en el que puede
repetirse la radiografía para confirmar que permanece en esófago. En
este periodo es de esperar que en algunos casos la moneda pase a
estómago, esta circunstancia se observa mas frecuentemente cuando se
ubica en el tercio distal de esófago. La localización gástrica es
indicación de realización de una radiografía tras 2-3 semanas si en este
periodo no se ha podido identificar su excreción en heces.
Baterías. Generalmente las baterías son fácilmente ingeridas y en pocos
días atraviesen en tracto digestivo y eliminadas con las heces. Las
pilas de botón con un tamaño entre 8 y 15 mm pueden pasar el
tracto gastrointestinal sin problemas; sin embargo, las baterías de
diámetro próximo a los 20 mm y en niños pequeños, pueden quedar
impactadas en el esófago y provocar daños locales. Las localizaciones
habituales de impactación incluyen la estrechez cricofaríngea, el cayado
aórtico y la entrada al torax. Se ha descrito que la perforación
esofágica puede ocurrir 6 horas después de su ingestión. Debido a su
composición electroquímica las pilas de botón pueden disolverse por
efecto del ácido del estómago y ocasionar tras su rotura una reacción
exotérmica que lesiona la mucosa. Aunque excepcionales, algunas de las
complicaciones descritas incluyen perforación esofágica y aortica o
fístula traqueoesofágica, sangrado esofágico profuso y shock
hemorrágico. Además, a consecuencia de los metales utilizados en su
fabricación (litio o mercurio), la intoxicación es factible. Las
baterias alcalinas (MnO2) y las de litio se asocian con mas frecuencia a
efectos secundarios que el resto de las baterías ingeridas. Existen dos
tipos de baterías, de un solo uso y recargables. Los componentes comunes
de las baterías de un solo uso incluyen carbón zinc, óxido de mercurio,
litio. Los componentes comunes de las baterías recargables incluyen
níquel-cadmio, níquel-zinc y litio. Durante la electrolisis in vitro de
las baterías se evidencian efectos térmicos locales con un aumento de la
temperatura hasta 44.5ºC y un aumento de pH a 12.3 en tan solo 2 horas.
La radiografía simple es la prueba de imagen recomendada al permitir
localizar la pila y comprobar si los bordes de la pila permiten
sospechar su apertura. En T. Marom, A. Goldfarb, E. Russo, and Y. Roth.
Battery ingestion in children. Int.J Pediatr
Otorhinolaryngol., 2010; se realizan consideraciones
sobre su manejo.
En los casos en los que se sospeche impactación de
la pila de botón esta indicada la extracción endoscópica urgente. Los
síntomas respiratorios y las dificultades en la alimentación tras su
extracción deben orientar hacia una complicación; en tal caso una nueva
endoscopia puede ayudar a confirmar la complicación, recomendándose en
la mayoría de los casos el tratamiento conservador.
De forma general las recomendaciones de manejo en
la ingestión de pilas de botón puede resumirse de la siguiente forma:
-
Localización nasal y ótica: Extracción endoscópica urgente.
-
Localización laringea: Extracción endoscópica urgente.
-
Localización esofágica: Extracción endoscópica inmediata. Valorar a las 24 horas posible lesión residual. Dieta blanda.
-
Localización gástrica:
-
Pila mayor de 15mm y/o paciente menor de 6 años: Extracción endoscópica urgente. Si fracasa, gastrostomia.
-
Pila menor de 15 mm, seguimiento radiológico. Si en 48 horas no pasa el píloro , se efectuara la extracción endoscópica, y si fracasa, gastrostomía.
-
-
Localización intestino delgado: procinéticos como cisapride 0.2 a 0.6 mg/kg. /dosis. Dieta con residuo. Seguimiento radiológico cada 48 hs. Si al cuarto día no progresa , cirugía.
-
Localización intestino grueso: control radiológico, cada 48hs. Dieta con residuo. Procinéticos. Si al quinto día no es eliminada , enema evacuante; si fracasa, se evaluará extracción endoscópica o cirugía (colon derecho).
Huesos y espinas. Habitualmente las
espinas de pescado se impactan en amígdalas originando dolor local.
Ocasionalmente, las espinas de pescado o los huesos de pollo pueden
impactarse en intestino y erosionar la pared intestinal y ser causa de
peritonitis.
La presencia en esófago de un alimento
insuficientemente masticado debe hacer sospechar un trastorno de la
motricidad esofágica (acalasia, secuelas de una atresia de esófago) o una
estenosis residual de otra patología. La decisión de extracción de un cuerpo
extraño digestivo depende de su localización, de su tamaño, de su naturaleza
(tóxico o no) y de la sintomatología acompañante. El principal riesgo de los
cuerpos extraños de localización esofágica es la producción de ulceraciones
y el riesgo de perforación esofágica. Además, un cuerpo extraño esofágico
como consecuencia de los movimientos antiperistálticos puede ascender e
introducirse en vía respiratoria originado un distres respiratorio. Por ello
se indica la extracción endoscópica urgente de todos los cuerpos extraños de
localización esofágica. Si el cuerpo extraño se localiza a nivel del tercio
inferior del esófago, no existe riesgo traumático y el paciente esta
totalmente asintomático puede considerarse la observación hospitalaria con
monitorización radiológica en las 12 horas siguientes antes de decidir su
extracción. Se considera que el 25-30% de los cuerpos localizados en tercio
esofágico inferior pasan espontáneamente a estómago en las horas siguientes
a su ingestión.
Los cuerpos extraños intragástricos son
extraídos si su tamaño es grande (mayores de 2 cm de diámetro o una longitud
de 3 cm en menores de 1 año o 5 cm en mayores de 1 año), elementos punzantes
o potencialmente cáusticos o tóxicos. El resto de los cuerpos extraños
pueden permanecer en estómago hasta 3-4 semanas si el paciente permanece
asintomático antes de decidir su extracción; de producirse manifestaciones
clínicas sugerentes de una obstrucción pilórica debe indicarse su extracción
endoscópica urgente.
Para los cuerpos extraños de localización
intestinal se suele indicar una alimentación rica en resíduos, los
aceleradores del tránsito intestinal no han demostrado su eficacia. En
pacientes asintomáticos, la realización de una radiografía ´3 o 4 semanas
después de la ingestión permite conocer si el cuerpo extraño ha sido
eliminado o permanece en intestino.
Un caso particular corresponde a la ingestión
de pilas botón que pueden originar 4 tipos de lesiones:
-
Corriente eléctrica, el cátodo de una pila cargada tiene un pH básico (11), en tanto el ánodo es ácido.
-
Liberación de sustancias potencialmente cáusticas: sodio, potasio, metales pesados.
-
Lesiones de necrosis por compresión a nivel esofágico.
-
Efectos tóxicos excepcionales por absorción de sustancias contenidas en las pilas.
Por estos motivos una pila de botón de localización esofágica debe ser
extraída con urgencia. Para las pilas de botón de localización intragástrica
la actitud es controvertida, deben extraerse si permanecen mas de 24 horas
en estómago, o antes si aparecen síntomas. Para las pilas localizadas en
intestino se recomienda monitorizar su tránsito digestivo y comprobar su
eliminación espontánea con las heces.
Otro caso particular de ingestión de cuerpo extraño son las piezas metálicas
imantadas, cuando la ingestión es de un solo imán no suele haber problema,
sin embargo la ingestión de varias piezas puede favorecer la formación de
vólvulos intestinales.
Sin duda uno de los aspectos mas importantes tras la ingestión de
monedas en niños asintomáticos radica en la posibilidad de identificar
aquellos casos en los que una moneda haya podido quedar anclada en
esófago. La no identificación de estos casos puede dar lugar a
complicaciones del tipo de las perforaciones esofágicas, mediastinitis,
formación de fístulas traqueoesofágicas y esófago-aórticas o distres
respiratorio.
Las diversas actitudes a adoptar ante un niño que ha ingerido una moneda
se contemplan en el artículo de J. V. Soprano and K. D. Mandl.
Four
strategies for the management of esophageal coins in children.
Pediatrics 105 (1):e5, 2000.
En este artículo se analizan las diversas complicaciones ligadas a los
diversos procedimientos de extracción. La realización de endoscopia se
ha relacionado con la posibilidad de rotura esofágica, broncoespasmo,
extubación accidental. Por otro lado, la extracción con sonda con balón
(catéter de Foley), se ha relacionado con la producción de epistaxis,
vómitos, distres respiratorio y mediastinitis. La dilatación mecánica
del esófago que tiene por objeto facilitar el paso de las monedas
esofágicas a estómago, se ha relacionado con menos complicaciones hasta
el presente y de la lectura del artículo de Soprano y Mandl se desprende
que podría considerarse como procedimiento de elección.
M. L. Waltzman, M. Baskin, D. Wypij, D. Mooney, D. Jones, and G.
Fleisher.
A randomized clinical trial of the management of esophageal
coins in children. Pediatrics 116 (3):614-619, 2005, publica un estudio
prospectivo sobre 60 pacientes pediátricos asintomáticos que tras
ingestión de monedas, estas permanecen en esófago. Los autores
encuentran que en un 66% de los pacientes la moneda pasa espontáneamente
a estómago en las 8 horas siguientes. Los autores concluyen que es
razonable un periodo de observación de 8-16 horas tras la ingestión de
la moneda antes de decidir realizar una endoscopia inmediata. El paso de
la moneda a estómago es mucho mas probable cuando esta se localiza en el
tercio distal de esófago.
La siguiente cuestión que queda por contestar es sobre si se debe
realizar radiografia a todos los niños con ingestión de monedas, una
alternativa razonable y que supondría evitar exposición a radiaciones
ionizantes seria someter a estos niños a un detector de metales, sobre
este aspecto ya existen algunos estudios como el de J. Schalamon, E. Q.
Haxhija, H. Ainoedhofer, A. Gossler, and J. Schleef.
The use of
a hand-held metal detector for localisation of ingested metallic foreign
bodies - a critical investigation. Eur J Pediatr 163 (4-5):257-259, 2004,
que obtienen una sensibilidad y especificidad del 100% en la detección y
localización de monedas ingeridas. Algunas consideraciones de interés
sobre este tema pueden ambién ser consultadas en la editorial de G. P.
Conners.
Management of asymptomatic coin ingestion. Pediatrics 116 (3):752-753,
2005.
Como
tratamientos alternativos, los corticoides permiten atenuar la reacción
inflamatoria y la formación de tejido fibroso. Los resultados de los
diversos estudios disponibles van el sentido de que los corticoides
parecen disminuir los riesgos de perforación. En estos casos se asume
que el tratamiento antibiótico puede disminuir la colonización
bacteriana y reducir la granulación y la formación de cicatrices. Otro
tratamiento coadyuvante utilizado de forma empírica son los inhibidores
de la bomba de protrones y tratamiento antirreflujo con procinéticos.
Dr. José Uberos Fernández
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