Lidocaína en el tratamiento del estatus epiléptico

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 21 de Julio de 2008)

La primera descripción de la lidocaína como anticonvulsivante data de 1955 y se debe a Bernhard y cols., hasta entonces y desde 1948 en que se comercializó, su utilidad estaba fundamentalmente relacionada con su efecto como anestésico local. Según datos derivados de la experimentación animal la existencia de un episodio convulsivo prolongado puede originar en lesiones neuronales, sobre todo a nivel de hipocampo al alterarse el flujo sanguíneo cerebral y el normal aporte de glucosa al cerebro. Por ello, cualquier convulsión debe yugularse en el menor tiempo posible, recomendándose en la mayoría de las guías de práctica clínica las benzodiacepinas y la fenitoína como medicación de primera línea. Aunque no existen ensayos doble ciego que demuestren la utilidad de la lidocaína en el estatus epiléptico, diversos autores han referido la utilidad de la lidocaína en los episodios epilépticos agrupados en racimos y asociados a gastroenteritis. H. Hattori, T. Yamano, K. Hayashi, M. Osawa, K. Kondo, M. Aihara, K. Haginoya, S. Hamano, T. Izumi, K. Kaneko, I. Kato, M. Matsukura, K. Minagawa, T. Miura, Y. Ohtsuka, K. Sugai, T. Takahashi, H. Yamanouchi, H. Yamamoto, and H. Yoshikawa. Effectiveness of lidocaine infusion for status epilepticus in childhood: A retrospective multi-institutional study in Japan. Brain Dev., 2008; publican este estudio retrospectivo multicéntrico para valorar estos aspectos.

Los autores tienen acceso a 279 pacientes de cualquier edad con estatus epiléptico en 28 hospitales de Japón, no especifican el periodo de estudio. Observan los pacientes entre 1 mes y 15 años, por lo que finalmente se analizan sólo 239 pacientes. La epilepsia fue la etiología mas frecuente de los estatus epilépticos observados en el estudio, generalmente asociada con alguna enfermedad aguda.
En la mayoría de los casos la lidocaína se utilizó como tratamiento de segunda o tercera elección, no obstante en 39/239 casos se utilizó como tratamiento de primera elección. En los casos tratados inicialmente con diacepam y que no mejoraron la lidocaína mostró una efectividad del 55.9%. Cuando se utilizó como tratamiento de primera línea la lidocaína mostró una efectividad del 57.8%. La utilización previa de diacepam no parece influir en la efectividad de la lidocaína en el estatus epiléptico. De acuerdo con las indicaciones de la mayoría de las guías de práctica clínica, la fenitoína se utilizó antes de lidocaína en 56/239 casos, en estos la lidocaína mostró una efectividad del 42.9%. Aunque tanto fenitoína como lidocaína se agrupan en el tipo Ib de las drogas bloqueantes de los canales de sodio (antiarrítmicos), sorprende que en el estatus epiléptico, los pacientes que no responden a fenitoína, respondan a lidocaína. La dosis de lidocaína utilizada consistió en un bolo inicial de 2 mg/Kg, seguida de infusión intravenosa de 1-3 mg/Kg/h.

Dr. José Uberos Fernández 

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