Oximetria regional con NIRS. Utilidad en la sepsis

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 11 de Julio de 2011)

Aunque la presentación clínica de la etiología de la sepsis es muy heterogénea, la enfermedad en si misma supone una respuesta de regulación interna del huésped comprometida, activación de la respuesta inflamatoria y cascada de la coagulación, hipoxia tisular, disfunción celular, disfunción orgánica y muerte. Los protocolos de tratamiento y guías de consenso internacional recomiendan un manejo agresivo, basado en parámetros de monitorización central. Desafortunadamente los parámetros de monitorización central no están disponibles de forma uniforme en todos los pacientes, por lo que algunos autores proponen como medida de la hipoxia tisular la espectroscopia en el espectro cercano al infrarrojo (NIRS) que se comenzó a utilizar en 1977 como técnica de medida de la hipoxia en músculo y otros tejidos in vivo. La NIRS permite obtener el cociente de hemoglobina oxigenada y deoxigenada resultando en una medida indirecta de la oxigenación tisular. Para evaluar la utilidad de la NIRS en pacientes con shock séptico, N. I. Shapiro, R. Arnold, R. Sherwin, J. O'Connor, G. Najarro, S. Singh, D. Lundy, T. Nelson, S. W. Trzeciak, and A. E. Jones. The association of near-infrared spectroscopy-derived tissue oxygenation measurements with sepsis syndromes, organ dysfunction and mortality in emergency department patients with sepsis. Crit Care 15 (5):R223, 2011; han conducido un ensayo clínico donde se relacionan los parámetros de oxigenación tisular suministrados por NIRS con los la severidad de la enfermedad. disfunción orgánica y exitus. La separación entre electrodos fue de 15 mm y se colocaron en la eminencia tenar. Se registró la SatO2 basal, la SatO2 después de oclusión isquémica con manguito insuflado a 50 mmHg durante un máximo de 3 minutos y la SatO2 tras reoxigenación después de liberar la presión del manguito. Las diferencias de SatO2 basal, oclusiva y postoclusiva quedan recogidas en la siguiente Tabla, tomada del trabajo original.


La medida de la SatO2 con NIRS en combinación con la medida de reperfusión tisular tras oclusión y la media del lactato sérico es un buen predictor de fracaso multiorgánico en 24 horas. Durante el periodo vasooclusivo, la isquemia tisular induce vasodilatación de arteriolas y esfínteres precapilares, disminuyendo la resistencia vascular local. La liberación de la oclusión restaura el flujo sanguíneo provocando una hiperemia local que representa la capacidad de los tejidos para autoregular el flujo, la velocidad con que los tejidos son reoxigenados representa la capacidad de reserva y funcionalidad del endotelio, mitocondrias y microcirculación. En un paciente sano tras la vasooclusión observamos una pendiente marcada de recuperación; en un paciente con shock o sepsis la pendiente recuperación de la SatO2 es mas lenta. 

Dr. José Uberos Fernández

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